Cada  9 de julio conmemoramos la histórica jornada en que un grupo de  representantes de las Provincias Unidas confirmó en una declaración su intención de poner fin a siglos de dominio colonial español. El Congreso se reunió en Tucumán y comenzó  a deliberar el 24 de marzo de 1816 con la presencia de 33 diputados. Tenían  el firme  propósito de comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión frente al enemigo externo, declarar la Independencia, discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas, elaborar un proyecto de Constitución y  preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia.

Tras una serie de decisiones y después  de tres meses de arduas discusiones, el 9 de julio de 1816 el Congreso proclamó la existencia de una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones: las Provincias Unidas de Sud América. Con el acuerdo se labró  el Acta de la Independencia que se publicó en español,  quechua y aymará. De este modo, después del proceso político iniciado con la Revolución de Mayo de 1810, se asumió por primera vez una manifiesta voluntad de Emancipación.